Andreina Lemon Cake

Una Historia que Contar - Parte 1

 Testimonios

Aún no entiendo cómo pasó todo esto, pasó muy rápido, tan rápido y con poco tiempo para digerir y asimilar. Siento que estoy arrastrada por una ola bien feroz y fuerte y a mi no me queda otra cosa que no poner resistencia, extender los brazos y dejarme llevar y arrastrar por esa ola tan gigantesca y arrasadora.

Todo comenzó en el consultorio del oftalmólogo/retinólogo. Cuando me dio la gran noticia: debes operarte tu ojo derecho porque si no puedes perder la visión en ese ojo a futuro. Hay riesgos porque la operación tiene todos estos riesgos, los cuales voy a omitir en esta historia. Después de la operación deberás permanecer dos semanas acostada boca abajo y las opciones que tenemos son:

A. Remover el líquido y colocar burbuja de gas

B. Remover el líquido y colocar silicona en este caso necesitaríamos otra cirugía para remover la silicona

C. No la recuerdo

Palabras del doctor > “Voy a tratar de remover tu cristalino y colocar un lente ya que luego te dará cataratas y entonces nos adelantaremos a eso.”

Y yo en mi mente: “Hey hey tómala suave doc, me estás hablando a mi??? Esto es conmigo??? Hay alguien más en este consultorio?” Efectivamente si, estaba la asistente del doc quien no paraba de escribir.

Yo miré al piso con mirada hiper triste lo sé, y pensé, y ahora qué digo? 💬 Nada, haré una pregunta para ver si el tiempo pasa y todo esto se desvanece, y abrí mi boca y pregunté: ¿a qué se debe esto doctor? ¿A que yo paso todo el día en la computadora? Creo que ya yo me sentía de la patada por estar hasta tan tarde en mi computadora hasta exprimir el último minuto haciendo mis cosas. A lo que el doc responde de inmediato sin dar tantas vueltas como yo: “definitivamente eso no tiene que ver. Quizá cuánto tiempo llevas tú con eso. ¿Nunca habías ido a un retinólogo?” Y yo con cara y voz de regañada dije “NO”

Me preguntó qué edad tenía yo y, también respondí sin vacilar y sin quitarme los años.

Me faltó algo adicional en la explicación magistral del doctor: “En el ojo derecho hoy ves mejor que en el izquierdo, pero después de la operación verás peor de ese ojo, es decir, tu visión disminuirá en el ojo derecho”.

A todas estas, el consultorio afuera estaba full de gente, así que el doc se impacientaba un poco, bueno la ola me golpeaba con fuerza. Y yo le hice otra pregunta: ¿qué otra opción tengo que no sea operarme? A lo que él responde casi de inmediato: “bueno te puedo sellar con láser el borde de la retina que no está despegado y bueno listo, pero no hay garantía de que luego no se despegue.” Y añadió que si él tuviera eso, él se operaría -> Entonces pensé 💬 “¿ajá entonces será que me debo operar? ¿si él se operaría entonces yo también?”

Abrí mi boca para decir: “No sé doctor, no estoy segura de operarme”. Y me dijo: “Ah no, pero tienes que estar segura, hagamos algo, yo voy a mandar las órdenes al seguro y si tú luego decides que no, no pasa nada, se cancela todo“.

Al parecer por fin llegamos a una conclusión no? Listo, salí de ahí impulsada por la ola y ya luego cuando íbamos rumbo al ascensor rompí a llorar. Y Adrian me abrazó.